OMAR MEDINA
FUNDACIÓN, Barahona.- “Hay mi hijo” “mi pelotero” “mi patrón” “le decían el patrón porque tiraba a 100 millas” así lloraba desconsolada ante el cuerpo sin vida de su hijo, la madre del pelotero Fausto Segura, de 23 años, de los Nacionales de Washington, quien perdió la vida en un accidente tránsito la madrugada del lunes, en la carretera Barahona-Azua, cerca del cruce de Cabral.
Los llantos la señora Eslinda Cuevas de Segura eran conmovedores ante el cuerpo de su único hijo varón, era velado en la funeraria municipal; su sueño era jugar en las Grandes Ligas; comprarle una yipeta a su progenitora y construirle una mansión en su pueblo natal.
“Los sueños de mi niño eran grandes; ya él alistaba su equipaje para irse a Estados Unidos el día 16 porque tenía que jugar el 4 de febrero; mi hijo tenía buena meta, quería ayudar a las personas pobres, y a los muchachos de la pelota, me decía”, dijo Cuevas, con la voz cortante.
Pese a que Fausto Segura empezaba a descollar un futuro brillante, habría recibido 100 mil dólares por su firma en 2016 como pitcher relevista. Cuevas era un joven de orígenes humildes; su padre Fautino Segura Feliz un agricultor y su madre una maestra, residía junto a ellos en la casa No 5 de la calle Beller, la cual está construida de block y techada de zinc oxidado.
El manager, Jorge Aristy, apenado por la trágica noticia telefoneó desde la ciudad New Jersey, por su imposibilidad de venir al país por compromisos de trabajo, dijo que el joven habría dado sus primeros pasos en la pelota en su academia deportiva “Barahona Prospect Lea”, después se trasladó a la provincia Peravia a recibir entrenamientos en la Academia de Mon en Cañafistol, fue allí donde logró la firma con los Nacionales de Washington.
Un tío del fallecido identificado como Jonny Benjamín Segura argumentó que ha sido “muy grande” y “lamentable” la pérdida que ha recibido su familia con la muerte de este brillante joven, señaló que era esperado en Estados Unidos porque iba a ingresar en los próximos días a las Grandes Ligas.
“Él tenía dos temporadas allá, en la primera le fue muy bien, pero por una lesión tuvieron que mandarlo para acá; ahora cuando fue en este año tuvo muy buena temporada y lo esperaban.
“En ese muchacho se veía futuro, era muy bueno con su mamá, su papá, sus dos hermanas y con sus vecinos, ¡todo el mundo lo quería!
De su lado, el testimonio del comunitario Ariel Dotel Espinosa, fue desconcertante al asegurar que Cuevas era tan humilde y solidario que no podría ver a otra persona con necesidad porque le ayudaba de una u otra forma.
“Siempre tendía las manos a quien necesitaba, mostró un buen comportamiento, respetuoso y amigo del amigo, nunca dio señales de comportamientos indeseados, por eso el pueblo se siente devastado con un silencio sepulcral en señal de luto por la pérdida de nuestra estrella del beisbol.
Los compañeros de entrenamiento del fallecido, Johnny Peña y Reinaldo Báez, aseguraron que Cuevas siempre colaboraba con los peloteros de aquí; cuando venía a le traía medias, gorras, pelotas, bates, mascotas y útiles deportivo.
El pelotero Fausto Segura murió a las 3: 45 de la madrugada cuando regresaba junto a una joven, de la comunidad Pescadería, a bordo de una passola Honda Lead. Andaba en esta motocicleta porque hacía varias semanas que su carro Chevrolet habría fundido el motor.
Se presume que la motocicleta era conducía por él tras salir de un centro de diversión de Barahona, cedió la moto a su acompañante en las inmediaciones del Arco del Triunfo de susodicha ciudad.
La joven perdió el control cuando iba conduciendo en la citada carretera y se estrelló con una mata cerca del cruce de Cabral.